DOS CONTRA EL MUNDO

CAPITULO II

En la casa del alcalde Dalton Richard, este y su hija Luna, una chica de veinte años, preciosa, morena y de ojos azules, con una sonrisa encantadora y muy dulce, estaban discutiendo sobre el problema del pueblo.
-Luna, hija, no quiero que te pase nada. Eres lo único que tengo. Te quiero más que a nada en el mundo.
-Papá, ya lo sé. Yo a ti también. Solo podemos hacer una cosa.
-¿ Cual ?
-Lo estuve pensando y es lo mejor. Mandar a un mensajero a Compostela a contratar a dos justicieros, que nunca fracasaron y sé los hombres que nos hacen falta.
-¿ Quienes son ?
-Gratt Tasende y Norton Planeta
-Los he oido nombrar. Sí, es lo mejor. ¿ Quién irá a contratarlos ?
-Irá un empleado tuyo.
-Está bien. Partirá esta noche. Avísalo.
El ser mensajero le tocó en mala suerte a Henry Feiri. Salió del pueblo con las sombras de la noche, con sus sigilosos y briosos pasos hacia el establo para coger su caballo, negro con pintas blancas y tremendamente veloz hacia la aventura de atravesar el pueblo e ir a Malpica. El mensajero era alto, rubio, un poco tonto, pero era un gran chico. Montó en el caballo, y partió raudo y veloz. Pero como ya hemos dicho, Henry era algo tonto. Por eso no se fijó en que dos hombres de la banda de Killer se le pusieron en su camino.
Apuntándole con un revólver le dijeron:
-¿ Adonde vas?, me cago en la cona...
-Yo....yo...iba a dar una vuelta por los alrededores.
-Para ir a dar una vuelta ibas muy rápido, ¿ no crees?
-Es que tengo ganas de ... bueno, de mear. Entonces, por eso iba tan rápido, para regar un cactus con mi gran meada salvaje.
-¿ Que quieres, que me lo crea?, jajajaja. Oye, ya no somos niños de teta. Tú ibas a avisar a alguien. Contesta cabrón. No me jodas la paciencia.
-No, por favor, por tu puta madre, no me jodas oh, boh, no lo haré mas. Venga oh.
Toni Veiguis, que así se llamaba el que llevaba la voz cantante, le dijo a Nick Fuentes:
-Si, ya. Bájalo del caballo y llévalo a la plaza del Generalísimo.
-Está bien....
Y de un ostiazo lo bajó del caballo esnafrándolo contra una piedra que estaba en el suelo.
Le pegaron una paliza, le pegaron en sus partes. Su boca parecía un río de sangre. Lo ataron por una cuerda y lo arrastraron hasta la plaza. Su piel se hacía trizas. Su cuerpo quedaba en carne viva.
Cuando llegaron a la plaza, cogieron una cuerda de cáñamo y se la pusieron alrededor del cuello. Lo iban a colgar de un árbol que allí se alzaba.
Y lo colgaron.
Su cuerpo comenzó a bailar la danza macabra de la muerte. Su rostro se volvió de un color morado.
-Lo dejaremos hasta mañana por la noche. Así valdrá de aviso a los próximos héroes que se atrevan a hacer lo que este quería. -dijo Nick Fuentes, soltando una carcajada.
-Sí, valdrá de escarmiento. - dijo Toni Veiguis, acompañando a Nick con su carcajada.

seghuirá............